Las fuerzas de la atención e
interés no se centran en la figura del profesor. La dinámica de la clase ofrece
mayor variedad de situaciones con focos diversos de convergencia, generada por
la incorporación del trabajo de grupos en el aula. Nos vamos a fijar en algunos
aspectos para comprender mejor las estrategias metodológicas que implica este
enfoque.
Variedad de personas-centro de la actuación
Si nos fijamos en los tres
elementos básicos de la actividad de aprendizaje, nos encontramos con tres
modalidades de actuación.
- Actuación individual: cada alumno realiza su trabajo en el aula y/o en casa. La implicación individual es insustituible para el desarrollo del aprendizaje.
- Actuación de los grupos: el grupo pequeño asume responsabilidades en la dinámica del aula, con sus trabajos y actuaciones.
- Actuación del profesor: se potencian unas funciones distintas del modelo clásico. Su actuación es más variada y sin mucho protagonismo. Su intervención abarca una franja más amplia que comprende desde la exposición de determinados puntos del tema, necesarios para la orientación del alumnado, hasta la relación individual como estímulo.
Cuando se especifican estas actuaciones se sobreentiende que las tres vías de intervención se pueden dar en un misma sesión de trabajo, no obstante, la planificación de la unidad didáctica marcará la variabilidad de las mismas.
Dentro de esta dinámica de intervención pueden introducirse puntualmente otras personas ajenas o externas a la dinámica de aula: otro profesor, un experto en un tema que imparta una charla, otras personas que propongan y dirijan alguna actividad, etc.
Diversidad de actividades
La concreción del trabajo del
aula se realiza a través de actividades diversas en temática y contenido. Comprende
desde el trabajo individual de los documentos de información hasta actividades
expresivas (teatro, murales, videos, música, visitas, etc.). Aquí interviene la iniciativa del alumnado
individual y grupalmente. No es el profesor quien dirige todas las actividades,
sino que aprovecha la imaginación e iniciativa del propio alumnado para
proponer las que se consideran más atractivas y adecuadas para dicho trabajo,
con el ingrediente añadido de que son promovidas por ellos mismos con lo que
eso significa de implicación y motivación. La coordinación y el mantenimiento
de los criterios de planificación global corresponden al profesorado. No obstante,
la situación personal del profesor permitirá mayor o menor autonomía en función
de su capacidad para dominar la situación, y para vivirla sin tensión ni
preocupación, porque podría llegar un momento en que se sintiera incapaz de
controlarla.
Cómo podemos introducir técnicas y la metodología activa
De hecho, es un proceso que se
acelera o se hace más lento en función de muchos factores concretos
provenientes de la escuela, del alumnado, de la propia personalidad del
docente, etc.
En el caso, de los mapas conceptuales y mapas mentales, lo primero es darle a los y las estudiantes darle una explicación teórica y práctica. Al principio el dominio es lento, pero con la práctica se acelera, con lo que el tiempo dedicado a su elaboración se va reduciendo.
Por ejemplo, se puede dejar para que el estudiante lo trabaje en la casa, luego al llevarlo a clase lo presentan al grupo que conforman. Lo observan, analizan y elaboran uno por grupo por consenso. Al mismo tiempo, los y las estudiantes plantean las dudas o cuestiones que consideren oportunas para presentarlas en la puesta en común a toda la clase. El/la docente puede iniciar con una intervención para señalar los puntos más importantes del tema a fin de que sirvan de orientación a los y las estudiantes.
En un inicio este trabajo puede
generar una sensación de pérdida de tiempo, de lentitud y de cierta confusión
en los grupos; pero, esta situación puede superar cuando los grupos toman
conciencia del plan de trabajo y se sienten seguros de esta forma de trabajar.
Cuando el trabajo anterior se hace común y normal, entonces podemos seguir introduciendo nuevas formas de trabajar o nuevas actividades, no solamente la construcción de mapas sino otras actividades que dinamicen el trabajo en aula.
Veamos algunas estrategias que facilitan la organización y desarrollo de una metodología activa:
·
Estrategia de investigación: Se organiza el trabajo en el aula alrededor de unas cuestiones, interrogantes o hipótesis a confirmar. Como en todo proceso de investigación:
Estrategia de investigación: Se organiza el trabajo en el aula alrededor de unas cuestiones, interrogantes o hipótesis a confirmar. Como en todo proceso de investigación:
- - Se hace un diseño de los campos o subtemas incluidos en el núcleo central de trabajo.
- - Se recopila la información pertinente a través de un documento reducido, como puede ser el libro de texto, o bien a través de otros libros, enciclopedias, etc.
- - Se elabora y estructura la información recogida.
- - Se construye un mapa conceptual o un mapa mental, individual y grupal.
- - Se desarrolla una actividad: mural, teatro, etc.
- - Se elaboran las conclusiones en grupos y se procede a la puesta en común.
·
Actividad central:
Una breve explicación general del núcleo temático por parte del profesor
permite que el alumnado pueda proponer una actividad central, relacionada con
la temática. Ésta implica la búsqueda de información y el dominio básico por
medio de documentos y técnicas de aprendizaje. Puede realizarse por grupos,
encargándose cada grupo de una parte y, posteriormente, se elabora un
expediente común. Al mismo tiempo se prepara la actividad nuclear en la que
participan los grupos y se ponen de manifiesto las habilidades individuales y
grupales; finaliza con la realización de la actividad y con la reflexión-evaluación
correspondiente.
·
Proyecto de
trabajo: Puede darse el trabajo de un núcleo temático la forma de proyecto.
Con lo cual, cada grupo elabora un proyecto y, posteriormente, el grupo-clase
elige uno. Se realiza una planificación del trabajo, que se ejecuta, realiza y
evalúa.
Con estos tres modelos se ha querido resaltar varios aspectos, de tal manera que el estudiantado se implique en el proceso de aprendizaje:
-
- Propuesta de cada grupo: investigación, proyecto, actividad, etc.
- - Deliberación sobre las propuestas y elección, lo cual implica asumir responsabilidades y compromisos individuales y grupales derivados de la propuesta elegida.
- - Trabajo individual y/o grupal para la realización del plan elegido.
- - Evaluación individual y grupal sobre su funcionamiento y cumplimiento de sus responsabilidades. No se descarta el examen como prueba de dominio alcanzado sobre el núcleo temático, si se considera necesario. Lo que hay que tener presente es que el resultado de esta prueba no sea el único dato para la evaluación.
Lo que se busca, con este tipo de
trabajo, la mayor implicación individual y cooperativa del estudiante en el proceso
enseñanza-aprendizaje. El proceso en la autorresponsabilidad está enmarcado por
la personalidad del propio profesorado, que transmitirá su dominio de la
situación en sus decisiones al respecto. El acercamiento a la utopía del
aprendizaje autodirectivo tiene una correspondencia con la iniciativa y
compromiso del alumnado, es decir, con el grado de confianza que el profesorado
le otorga.
A.Ontoria/J.P.R.Gómez/A.Molina. “Potenciar
la capacidad de aprender a aprender”
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